“Todos estamos convencidos de conocer a nuestros hijos, y es habitual pensar que los niños no mienten”, dice Thomas Vinterberg. “Pero sí que mienten, inventan historias para complacer a los adultos”.Y cuando estas historias sugieren abusos sexuales, las personas se sumergen en la histeria, pierden la razón y las formas para sacar a relucir sus instintos más primarios. Aquí los procesos judiciales y la investigación policíaca no importan. En este pueblo son los vecinos quienes juzgan y quienes empiezan La caza.
Es un tema como la vida misma. Señalado y marcado, podemos verlo con la política, lo que muchos hacen ahora pone bajo sospecha a todos ¿quién se cree ahora que alguno de nuestros políticos no es corrupto? Esto era como cuando regañaban a todos los niños por algo que hacía otro y parecías culpable solo por ser otro niño.